jueves, 25 de septiembre de 2008

¡Qué dilema!

esta es una nota que salió en el "Houston Chronicle", uno de los periodicos más importantes de Houston. Leanlá y si gustan, opinen.

Limpieza de escombros crea empleos para hispanos
En Texas hay necesidad de reparar techos, de eliminar escombros y de reconstruir lo destruido, y los trabajadores indocumentados serán clave en estos esfuerzos.
Por JENALIA MORENO y SUSAN CARROLL Copyright 2008 Houston Chronicle
Sept. 25, 2008, 10:51AM


La destrucción ocasionada por el huracán Ike ha desatado uno de los mayores esfuerzos de reconstrucción que se haya visto en décadas en este estado, pero al mismo tiempo ha resaltado un polémico asunto vinculado a la mano de obra en la región: gran parte de ese trabajo será realizado por inmigrantes indocumentados.
Los propietarios de casas ya han buscado la ayuda de trabajadores diurnos, muchos de los cuales carecen de documentos, para cortar árboles, arreglar techos y reparar otros daños causados por Ike. Asimismo, contratistas están empleando esta mano de obra para restaurar edificios y la infraestructura de la ciudad.
El trabajo principal de reconstrucción en pueblos pequeños a lo largo de la costa del Golfo de México o en las grandes casas de Galveston será realizado, probablemente, por trabajadores indocumentados.
Este tira y afloja en la fuerza laboral pone de manifesto un dilema delicado: la región necesita de los inmigrantes indocumentados pero, simultáneamente, podría dar pie a una amplia redada de trabajadores ilegales en centros de trabajo.
"En estos momentos no hay un mecanismo que permita otorgar un permiso de trabajo a esos trabajadores", dijo Leigh Ganchan, abogado de inmigración de Houston, que trabaja con la firma Haynes & Boones.
"Es una vergüenza que los empleadores no puedan emplear a un segmento de la sociedad deseoso y capaz de proporcionar servicios", agregó. "Creo que nuestra nación está más vulnerable de lo que me gustaría admitir. Digo vulnerable refiriéndome a que necesitamos gente que nos ayude a reconstruir nuestra infraestructura después de un gran desastre como este".
Por su parte, Carlos González, consul general de México en Houston, espera que la población existente de inmigrantes realice los trabajos de reconstrucción, a diferencia de lo que ocurrió tras el paso del huracán Katrina, cuando Nueva Orleans experimentó un gran flujo de hispanos porque no tenía una población de inmigrantes tan numerosa como la de Houston.
"Verán que la comunidad de inmigrantes, como de costumbre, desempeñará un papel primordial", dijo Laura Murillo, presidenta de la Cámara Hispana de Comercio de Houston.
Sin embargo, los estadounidenses que sufrieron daños causados por la tormenta deben tener la opción de llevar a cabo la reconstrucción por sí mismos, según Ira Mehlman, portavoz de un grupo en Washington, D.C. que busca detener la inmigración ilegal.
"Esa gente debe tener preferencia en los trabajos de reconstrucción", expresó Mehlman, de la Federación para la Reforma Inmigratoria en Estados Unidos. "Estoy segura de que hay mucha gente que pueden hacer esos trabajos y usar los pagos para recuperarse".
La creciente demanda de mano de obra para los esfuerzos de reconstrucción ilustra la dependencia de la industria y el comercio texanos de los trabajadores indocumentados.
Según un estudio realizado en 2006 por la asociación Greater Houston Partnership, el sector de la construcción es el mayor empleador de trabajadores indocumentados en la ciudad, con casi 36,000 trabajadores.
"El huracán no ha hecho más que indicar una vez más que necesitamos a estos trabajadores y lo mucho que ellos contribuyen", dijo Angela Blanchard, presidenta y ejecutiva de la organización Nieghborhood Centers, Inc.
Chase Duhon, de la empresa de Austin que fue contratada para eliminar los escombros de la ciudad de Houston, expresó que ha confrontado problemas para hallar trabajadores legales en la localidad que ayuden en las labores de limpieza. Tuvo que poner un anuncio en la Internet solicitando empleados.
"No contratamos a ilegales", dijo Duhon, oriundo de Houston. "Queremos mantenernos a nivel local y emplear a personas de Texas, pero hay tanto trabajo que hay gente que viene de Michigan y Massachusetts".
La reforma inmigratoria, paralizada por la política, todavía debe ser aprobada por el Congreso a pesar de años de debates. Partidarios de dicha reforma alegan que tormentas como Ike prueban lo difícil que es para los empleadores hallar a ciertos empleados.
"Necesitamos la mano de obra. Esta gente quiere trabajar", señaló Norman Adams, cofundador de la organización Texas for Sensible Immigration Reform y presidente de Adams Insurance Service. "No creo que haya suficiente mano de obra aquí".
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1 comentario:

Ernesto dijo...

Mi pregunta. ¿por qué le pusieron "ike" al huracán?
Ike era el sobrenombre de Dwight Einsenhower. El primer presidente texano de los EEUU y que había sido comandante en el desembarco de los aliados en Normandía.
¿Tendrá algo que ver?